Las Fintech son empresas tecnológicas que ofrecen servicios financieros, definición que nos permite entender mejor su propósito: habilitar los productos y servicios financieros mediante el uso de la tecnología de forma ágil y sencilla a los clientes finales.
A lo largo del último año hemos visto a las FinTech tomar un rol más protagónico en México. Las FinTech están experimentando un crecimiento acelerado en cantidad, valoración, y en donde firmas como KAVAK, Bitso o Clip han superado los 1,000 millones de pesos, convirtiéndose en unicornios mexicanos. Esta senda de crecimiento lleva ya varios años y nuestro contexto actual indica que la tendencia continuará.
Actualmente nos encontramos ante consumidores mejor informados, exigentes y críticos ante la experiencia que les ofrecemos pero, sobre todo, complemente dispuestos a explorar nuevas alternativas que ofrezcan productos y servicios cada vez más sencillos, disponibles y alineados a su estilo de vida.
¿Qué son las FinTech y qué papel juegan en México?
De acuerdo con Brett King en su libro Bank 4.0, las Fintech son empresas tecnológicas que ofrecen servicios financieros, definición que nos permite entender mejor su propósito: habilitar los productos y servicios financieros mediante el uso de la tecnología de forma ágil y sencilla a los clientes finales.
Uno de los efectos colaterales de la pandemia, es el cambio en los hábitos de consumo de los usuarios, lo que a su vez ha generado una aceleración digital de tres a cuatro años, de acuerdo a un estudio generado por McKinsey & Company. Sin duda, esta aceleración en la adopción de canales digitales ha traído consigo una oportunidad relevante: la inclusión financiera.
En México, la inclusión financiera es un reto importante para el sector bancario; según datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2018 del INEGI[1], únicamente el 47% de la población tiene una cuenta de ahorro. Paralelamente, y el 88% de la población cuenta con un Smartphone. Esta situación posiciona a las FinTech en una situación privilegiada para ofrecer servicios financieros a segmentos subatendidos y en algunos casos completamente marginados de la población. Esta ventaja competitiva reside principalmente en las capacidades tecnológicas que las FinTech han desarrollado. Por ejemplo, actualmente existen miles de personas sin acceso a un crédito por falta de un historial crediticio o la incapacidad de comprobantes de ingresos.
Cuando fusionamos la tecnología con la cantidad de información pública de las personas, las FinTech han ganado terreno gracias a la generación de modelos innovadores de scoring crediticio que contemplan variables no tradicionales para determinar la capacidad de pago del cliente. También existen otros ejemplos innovadores en otro segmento de soluciones como: pago de servicios (UnDosTres) o adelantos de nómina (Minu), entre otros.
En el caso de México, se ha notado un crecimiento importante en este tipo de soluciones, por ejemplo, en marzo de 2020 se tenían contabilizadas más de 441 startups dentro del ecosistema FinTech, lo que representó un crecimiento del 14% respecto a los registros del año anterior.
Adicionalmente, un reporte de LatamFintech Hub, menciona que en el 2020 las FinTech captaron vía rondas de inversión, un total de 567 millones de dólares. Lo que nos muestra un crecimiento a doble dígito anual en el sector, interés a nivel internacional y por consiguiente, importantes cantidades de inversión que posicionan a México como el segundo país dentro de la región con mayor inversión para el financiamiento de empresas FinTech, con alrededor de mil 300 millones de dólares.[2]
¿Por qué hacer una FinTech?
Existen varias razones para querer construir una FinTech. La primera es su agilidad y dinamismo. A diferencia de entidades más maduras y tradicionales, las FinTech no cuentan con sistemas legados caracterizados por su rigidez. Asimismo, contar con equipos más compactos y ligeros, facilita la toma de decisiones y ejecución, pero sobretodo, a las transiciones necesarias para adaptarse a un mercado cambiante.
Otra razón, y tal vez la más relevante, es su “centricidad” en las necesidades del cliente. Su razón de existir es: ofrecer la mejor experiencia al cliente ante una necesidad específica. Citando nuevamente a Brett King, una FinTech utiliza un enfoque de primeros principios (first principles design) para diseñar soluciones. Este enfoque habilitado por la tecnología, permite replantear el problema ofreciendo a los clientes soluciones sencillas y diferenciales en lugar de partir de un proceso bancario existente que resulta tedioso y complicado para los clientes.
Por último, hay un potencial de crecimiento y desarrollo importante para este tipo de negocios. La inversión que reciben las FinTech mexicanas sigue siendo relativamente baja si se le compara con Brasil, ecosistema que recibió 6 mil 200 millones de dólares en el sector, +376% más que en México. Prueba de este crecimiento es la transformación de estados como Jalisco y su auge como la meca nacional para el desarrollo de nuevas soluciones, convirtiéndose en el “Silicon Valley Mexicano”.
El contexto ya mencionado de bajos niveles de bancarización pero un alto grado de penetración de Smartphones abre una oportunidad de crecimiento que se alinea a su oferta 100% digital de servicios financieros.
Un ejemplo claro son las remesas, y en donde México se sitúa como el tercer país que recibe más remesas en el mundo. Tan solo entre enero y octubre de 2020 superó su récord con 33 mil 564 millones de dólares, 10.4% más que el mismo periodo en 2019. Este mercado, hoy en día controlado por jugadores tradicionales como Western Union representan un nicho de mercado con áreas de oportunidad que las FinTech pueden atacar ofreciendo costos más competitivos, transparencia y una experiencia más digital.
Si bien las FinTech enfrentan retos considerables en México, tal como un incremento fuerte de competidores, la entrada de jugadores no tradicionales al sector financiero y una regulación que aún está moldeándose; el upside continúa siendo atractivo. Y sin duda, la presencia de las FinTech es sumamente benéfica para el sector porque impulsa a jugadores tradicionales a mejorar, re plantear y evolucionar sus modelos actuales. Incluso varios bancos han comenzado a generar alianzas con FinTechs convirtiéndolos en aliados de valor en lugar de competidores. La meta deberá ser lograr un ecosistema basado en tecnología y cuyo objetivo sea ayudarle al cliente a solucionar un problema.
Nota escrita por: Marco Ramírez, Director Ejecutivo de Negocios Digitales en Banco Sabadell, publicada en Be-Innovation, by Beernovation
[1] https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/414831/Cuadr_ptico_2018_verimpresa.pdf
[2] https://www2.deloitte.com/mx/es/pages/dnoticias/articles/sector-fintech-inversion-en-mexico.html
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