Las marcas no sólo deben preocuparse por vender, sino por sus consumidores, para de esta manera adquirir un valor y ser importante
Piensa en tu día a día. ¿Cuántos impactos recibes desde que te levantas hasta que te acuestas y que vienen directamente de marcas? Comenzando por tu smartphone y que seguro es tu alarma. ¿Tienes en tu mesita de noche una flamante manzanita? o ¿una marca asiática? Piensa un poco más. En su momento, ¿por qué los elegiste?, ¿lo recuerdas? Quizá fue por su cámara, su memoria, o quizá ¿es por esa sensación tan grata e inexplicable que te hace sentir bien cuando lo tienes en tu mano y te genera tanto placer?
Bien, ahora que quizá he captado tu atención y te he hecho pensar un poco, te comparto algunos datos:
- El estudio Meaningful brands que cada año publica la consultora internacional Havas, arroja datos demoledores: las personas manifiestan que si mañana el 77% de las marcas que conoces desaparecieran, no te importaría. Nada, en absoluto.
- Este mismo estudio nos dice que para esa misma población, el 58% del contenido que generan las marcas no le interesa para nada.
- Y que lo que esperan de la mayoría de las marcas, sin importar la industria, es INSPIRAR.
¿Te suenan estos datos?
Es claro lo que los usuarios y las personas nos están intentando decir. No será posible explicar grandes historias si no tenemos un gran WHY primero. Un por qué. Comencemos por ahí. Las marcas más poderosas de este planeta (Google, Apple, Netflix, Nike, Disney…etc.) tienen universos propios, crean significados, consiguen movilizar a masas. Porque su principal valor no reside en decir a lo que se dedican (el what) sino por qué existen: “en cada persona hay un atleta”, dice Nike o Google “organizar la información del mundo y hacerla accesible y útil”. En ningún momento están hablando de prendas deportivas o de vender contenido propio. Este por qué o PROPÓSITO, te aseguro, mueve montañas. En situaciones como la que vivimos actualmente, es fundamental tener un propósito que nos guíe como organización y que desde ahí sepamos articular nuestra comunicación y campañas, ese es el salvavidas que podrá hacer que nuestra marca salga reforzada o bien que flotemos a la deriva. ¿Quién se iba a imaginar una marca de coches produciendo respiradores? Pues eso está pasando en estos momentos en Europa.
Lo mejor de todo, es que no es necesario ser una marca grande para pensar en grande. Piensa en las startup, o los comercios vecinos que de la noche a la mañana han tenido que adaptar su negocio a la vía digital para seguir adelante. Nadie se hizo grande de la noche a la mañana, pero el común denominador de todas, sean grandes o pequeñas, es querer resolver problemas de las personas, enamorarse de esos problemas. Centrarse en encontrar valor, entregar valor y comunicar valor es lo que realmente nos lleva a la ya famosa “propuesta de valor”. Por cierto, ¿has encontrado la tuya?, ¿cuál es tu propósito?
Cuando esta base la tenemos clara, podemos comenzar realmente a acercarnos a las personas. Sí, ni consumidores, ni usuarios. Hablemos de personas, que es lo que somos, al fin y al cabo. Como persona, espero que las marcas me hablen con honestidad, con claridad, con transparencia. Somos personas informadas, que tenemos normalmente los datos al alcance de nuestra mano y que no necesitamos que nos digan todo el tiempo las bondades del producto. Porque para eso, yo hago mi búsqueda. Más bien háblame de las sensaciones, de los sentimientos, de las historias que tu marca puede llegar a crear, de lo que podemos hacer juntos. Y muéstramelo con acciones reales (del storytelling al storydoing) o con las ahora llamadas marcas activistas. Reiterando el momento actual que nos ha tocado vivir, es hora de demostrar lo que somos capaces de hacer.
Porque al final, cuando todo esto pase, todos habremos cambiado. Y lo que queda, como siempre, no es lo que cuentas, sino lo que haces y lo que haces sentir. Y entonces, seguro que estás en el 23% de las marcas restantes que sí importa si mañana desaparecen.
(Entrevista original publicada en Mundo Ejecutivo el lunes 27 de abril de 2020)
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