La preocupación sobre el medio ambiente se ha extendido más allá de las organizaciones ambientalistas; y, sectores que no se asociaban con el cuidado del planeta, hoy están llevando a cabo acciones con compromiso social. Un ejemplo de ello, es el sector financiero, que está buscando diversos instrumentos para sumar acciones contra el calentamiento global.
Entre las contribuciones más sobresalientes está el financiamiento de edificios verdes. Asimismo, está comprometido con el consumo eficiente y responsable y la reducción de emisiones.
De acuerdo con Pablo Figueroa, director Ejecutivo de Financiamiento Estructurado de Banco Sabadell, el sector financiero tiene la responsabilidad de liderar el cambio y disponer de productos que cumplan con las nuevas necesidades de los clientes.
¿Cómo? Solicitando certificaciones de eficiencia energética a las nuevas construcciones financiadas y participando en emisiones que cuenten con dicha certificación.
Al respecto, el directivo detalló:
“Hay muchas formas de apoyar el cambio. Pero lo más importante, es concientizar a nuestros clientes de que el enfoque sostenible es rentable a largo plazo; este cambio es imparable”.
Bonos verdes, los más demandados del mercado
Los bonos verdes son las emisiones que, tras pasar por un análisis exhaustivo del efecto que pueden tener los activos que los respaldan, obtienen una certificación de un tercero independiente, quien valida que dicho impacto sea positivo y aporte beneficios ambientales.
Estos se pueden aplicar a diversos sectores como: vivienda, energía, construcción, transportes y agricultura; y su impacto se mide por la reducción de emisiones, eficiencia energética, materiales que utilizan y porque minimizan residuos.
No obstante, Pablo Figueroa, detalla que además “se verifica que el emisor destine los fondos a dichos proyectos, y están sujetos a reportes periódicos para validar que siguen cumpliendo con los requisitos.
“El valor añadido que aportan es sumamente potente y por ello no solo son más demandados en el mercado, sino que cada vez se exige más que las emisiones cuenten con esta certificación. Son el futuro del mercado de capitales”, comenta el directivo.
Asimismo, los bonos verdes atraviesan por un proceso de certificación que tiene el propósito de mantener criterios homogéneos y reglas claras para todos. Pueden obtenerse tres certificaciones:
- Bono verde. Es aquel que se utiliza para financiar proyectos con beneficios medioambientales.
- Bono social. Considera proyectos con beneficio social, de infraestructura básica, para grupos vulnerables en entornos de pobreza.
- Bono sustentable. Incluye beneficios ambientales y sociales, y por lo tanto son los más completos.
Pablo Figueroa, narra en entrevista para Mundo Ejecutivo que un punto importante es que, para obtener la certificación se debe contar con la opinión favorable de al menos dos asesores independientes especializados en la materia.
¿Qué son los bonos de carbono?
Por su parte, los bonos de carbono son una forma de medir las emisiones a nivel global; estableciendo niveles y creando un mercado para su intercambio. Han tomado formas diversas; en México, por ejemplo tenemos: los CELs (Certificados de Energía Limpia), que obligan a las empresas a consumir parte de su energía de fuentes limpias, y la manera de medirlo y controlarlo es mediante estos certificados.
En este caso, el sistema financiero debe formar parte participando en el financiamiento de proyectos de energías limpias y renovables para que el mercado crezca.
Paradójicamente, el objetivo es que estos bonos y demás instrumentos, desaparezcan, y que toda la energía se produzca de fuentes renovables.
Inversiones éticas
El cuidado al medio ambiente es una tarea de todos los sectores y el financiero está avanzando a pasos agigantados en ese sentido. Más allá de la labor como financiadores de proyectos y de estructuradores de emisiones verdes, el sector debe empezar a incluir un elemento ético en sus decisiones de inversión.
De acuerdo con Pablo Figueroa, “debemos tomar partido por proyectos sustentables y medir el impacto social de aquello que financiamos. Es importante tener en cuenta la casuística de cada país y buscar la mejor manera de alcanzar los objetivos. Es fundamental no solo participar en el cambio, si no alentarlo”.
Finalmente, “el primer paso es dar el ejemplo no solo a nivel institucional, sino también a nivel personal, todos somos parte del cambio y todos podemos aportar de una u otra forma”, concluyó el directivo.
Por Pablo Figueroa, Director Ejecutivo de Financiamiento Estructurado en Banco Sabadell en México
(Nota original publicada en Mundo Ejecutivo el lunes 25 de mayo)
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